La muerte súbita, que puede tener su origen en una enfermedad genética o en el corazón, afecta a uno a 1 de cada 1000 habitantes. Los expertos quieren que en nuestro país haya mucha más presencia de desfibriladores que tienen un coste de entre 700 y 1000 -. Como prueba piloto, en Girona se está ejecutando el mayor plan de desfribilación pública de Europa, encabezado por el doctor Ramón Brugada, un experto en la materia.
La noticia en La Vanguardia
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